Descubre qué mueve al mundo: Física explicada de forma sencilla


El saber tiene bastantes puntos. No son precisos varios argumentos, sino más bien varios elementos, por el hecho de que la Naturaleza es diversa y diferente, y por el hecho de que el hombre es plural en sus funcionalidades. No es de extrañar que se aborden varios puntos no relacionados, si bien novedosas áreas de conocimiento se marchan aproximando poco a poco más a otras áreas mucho más estables, estrictas y seguras. Los círculos, llamados «Ciencias Duras», prosiguen siendo la referencia, los argumentos, los básicos. Su propósito de estudio, sus métodos, sus mecanismos de extracción bien establecidos les garantizan análisis precisos y conjeturas fiables. El cuerpo de conocimiento juntado les da ese agregado de seguridad que nos acerca lo bastante a la resolución de métodos, fenómenos y poder tenerlos bajo control, habitualmente y, en otros, pronosticar con determinada seguridad para ofrecernos un aviso útil.
Pero los campos de estudio se han diversificado, aun mucho más de lo lógico. Se muestran novedosas áreas, mucho más concretas, mucho más aplicadas, mucho más limitadas, bajo la iniciativa de estar mucho más cerca de la solución de inconvenientes. Pero conforme avanzan en el saber de sus propios campos, tienen que recurrir a los métodos y métodos comunes en los campos de las Ciencias Duras. Recientemente, hace unos años, apareció un libro llamado “Energy, Complexity and Wealth Maximization”, firmado por Robert Ayres, físico y economista que vio que la Termodinámica se puede utilizar al desarrollo económico y la creación de riqueza. Afirma que «la riqueza de la sociedad humana es el resultado de la reformulación y disipación consciente y deliberada de la energía y la materia». Si reflexionas un tanto sobre esta afirmación, apreciarás que no es una definición de riqueza al empleo, en tanto que el término de riqueza que introduce como raíz no considera solo la presencia de fuentes, sino más bien de la transformación de la riqueza. energía y materia bárbara en recursos y servicios. El segundo pertenece a los ámbitos en los que se mueven los integrantes de las sociedades. Consumimos petróleo y cuántos elementos energéticos están libres para nosotros. Utilizamos minas para obtener metales y conseguir la producción de recursos con estos materiales. Pero, evidentemente, todo esto quiere decir el consumo de elementos, la mayor parte de los que no son renovables. Nos encontramos en sendero de achicar varios elementos precisos en las transformaciones que hacemos. Es en esta situación que Ayres y sus ayudantes, Warr y Kümmel vienen haciendo un trabajo ya hace varios años, provocando una reflexión que tiene dentro la Termodinámica, sus conceptos, para elaborar una teoría del desarrollo económico mucho más ajustada a la verdad perceptible. La iniciativa primordial de la teoría económica, hasta la actualidad, no ha considerado la energía, ni las leyes que la rigen. Gracias a la incorporación de las leyes de la Termodinámica en los modelos económicos, se suprime la iniciativa de que la energía es sin limites y que el consumo está preciso por la demanda, como se ha interpretado hasta la actualidad cualquier interés económico. La interpretación dada siempre y en todo momento fue un círculo vicioso, puesto que la demanda, por su parte, está bajo control por el estado de la economía. Y iniciar nuevamente. Estas teorías siempre y en todo momento fueron muy enclenques. La mayoria de las veces requerían cambios ad hoc y raras veces podían pronosticar con decoro. En el momento en que un modelo económico trata la energía como un bien intermedio, por su parte, desarrollado por el capital y el trabajo, que son los 2 únicos componentes de producción por norma general reconocidos en todos y cada uno de los modelos, no son adecuados en el análisis, puesto que la economía de la energía y los materiales. causantes que determinan decisivamente la producción y el desarrollo.
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