¿Enseñar o aprender primero? Descubre la respuesta aquí

Tomo como base el próximo pasaje del libro «Cartas para quien quiere instruir» de Paulo Freire.

Ningún tema podría ser mucho más correspondiente como objeto de esta primera carta para todos los que desean educar que el sentido crítico de ese acto, tal como el sentido de estudiar asimismo críticamente. La cuestión es que educar no es sin estudiar, y con esto deseo decir mucho más de lo que afirmaría si afirmara que el acto de instruir necesita la presencia del que enseña y del que aprende. Me agradaría decir que la enseñanza y la educación se dan de tal forma que, por una parte, la persona que enseña aprende por el hecho de que reconoce entendimientos que ha aprendido antes y, por otra parte, pues ha visto el sendero en que la curiosidad del estudiante aprendiz. trabaja para plasmar lo que ha aprendido, lo que se le está enseñando, sin lo que aprende, el profesor se contribuye a sí mismo a conocer inquietudes, aciertos y fallos.

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¡Comparta a fin de que mucho más profesores empleen estos elementos gratis! Muchas gracias. . Y lo es, particularmente, en el área de el intelecto sensible. En el momento en que la gente se dan cuenta el valor de cualquier herramienta sola o en combinación, somos los primeros en transformarnos en especialistas en su empleo. Asimismo es verdad que cualquier herramienta necesita paciencia y perseverancia en su práctica. En consecuencia, un óptimo profesor es producto de lo que enseña. Y eso, mediante su ejemplo, provoca que los alumnos crean y confíen en el material que se enseña.

Y, particularmente, instruir sabiduría sensible no necesita solo entendimientos teóricos, que probablemente varios de nosotros poseemos. Pero asimismo pide que lo reflejemos en nuestras reacciones y acciones diarias. Utilizando sus reglas detalladas en el desarrollo.

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