¡Descubre Por Qué No Es La Maquina Sino El Conductor Lo Que Realmente Importa!

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Esto no es una novedad, sino más bien una auténtica clase de filosofía: en una resolución bien interesante, la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Rutas (NHTSA) señaló en una carta a Chris Urmson, Directivo del emprendimiento de automóviles autónomos de Google plus, que un vehículo autónomo es la PC y el programa desarrollado para ella. Por consiguiente, se piensan superfluas las disposiciones que fuerzan a los automóviles autónomos a viajar siempre y en todo momento con un conductor humano dentro suyo o a tener mandos que logren ser accionados por un individuo, como pedales o volante. A todos y cada uno de los efectos, el pc y su programa cumplen todos y cada uno de los requisitos para ser considerado un «conductor humano», resolución que indudablemente es esencial aun desde un criterio filosófico.
La resolución marca un instante primordial en la evolución de máquina versus humano, y en los proyectos de Google plus para comercializar tecnología que logre sustituir al hombre en los controles de automóviles. Las cuestiones tras la resolución son aún mucho más atrayentes: las causas dadas por Google plus para remover la necesidad de pedales o volante en un vehículo autónomo es que podría ser arriesgado para la conducción, gracias a la oportunidad de que el pasajero intente accionar. esos controles. En otras expresiones, Google plus puede asegurar la seguridad del vehículo mientras que trabaja la PC, pero si los torpes que están dentro deciden operar los pedales, el volante o el freno de mano, ahora es imposible asegurar nada. Si verdaderamente deseamos que el vehículo autónomo sea seguro, debemos remover cualquier oportunidad de que el humano logre entorpecer con la máquina mientras que la conduce.
El vehículo sin conductor y la transformación popular
Para finalizar, pero no menos esencial, está el aspecto popular de los turismos o automóviles sin conductor. La revolución industrial de la robótica a fines del siglo XX provocó una crisis popular en los ámbitos industriales, lo que llevó pausadamente a la pérdida de cargos laborales en tal campo. La solución para estos trabajadores solo podría pasar por la capacitación y el reciclaje laboral. Algo afín podría ocurrirles a los conductores expertos si los automóviles sin conductor se transformaran en una situación común. En todos y cada uno de los campos económicos, la automatización de tareas, la robotización y la estandarización suponen la transformación de las tareas operativas básicas efectuadas por los trabajadores en tareas de supervisión. Por consiguiente, el avance del vehículo sin conductor debe ir a través de una transformación popular que deje a los solicitantes a conductores localizar un marco de avance personal y profesional apoyado en una mejor capacitación y reubicación. La tecnología ahora se está construyendo o está ya lista, la pelota está en el tejado de la sociedad. Va a depender de los legisladores y de los ciudadanos si el vehículo sin conductor termina mostrándose por doquier en algún momento. La sociedad y su intensidad van a depender asimismo de si la llegada del vehículo sin conductor termina siendo una revolución popular para progresar esas sociedades o sirve, como en varios nuevos artículos de alta tecnología, para acentuar las desigualdades. Probablemente el vehículo sin conductor venga a través de novedosas políticas en lo que se refiere al empleo del transporte y la utilización de la movilidad. Los próximos años son prometedores.
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