Teoría de Darwin y Wallace: Descubre su impacto en la evolución

Converses Robert Darwin Alfred Russell Wallace

El 24 de noviembre de 1859 se publicó el libro «El origen de las especies», obra donde su creador, Hables. Darwin explicó la teoría que sacudiría los cimientos de la ciencia y escandalizaría a campos de la sociedad victoriana que pensaban que Dios creó todas y cada una de las maneras de vida. Pero la teoría de la evolución por selección natural no fue el resultado de una inspiración inmediata, sino fue el resultado de varios años de trabajo científico y observación descriptiva en el campo. Más allá de que el libro de Darwin marcó el apogeo definitivo de la teoría, el 1 de julio de 1858 fue la fecha donde se presentaría formalmente la teoría a la red social científica y, opuestamente a la creencia habitual, apareció el archivo que se titula «Sobre la inclinación de las especies a conformar variedades». . No tenía la firma de Converses Darwin, sino más bien asimismo de Alfred Russell Wallace.

Obtenida de datos y patología

La primera etapa del explorador, navegante y viajero concluye en 1836, tras cinco años. Este viaje robusteció el carácter del joven Darwin y lo persuadió de su trayectoria. A los 27 años, Darwin había compendiado mucho más recuerdos, impresiones y datos científicos en salvaje de los que la mayor parte de la gente amontonan en toda su historia. Del viaje trajo toneladas de muestras. Los naturalistas del Museo Británico sostendrían a lo largo de múltiples años una cantidad enorme de especímenes de rocas, fósiles, aves, mamíferos, plantas y peces. Acarreó con su llegada varios cuadernos, hipótesis, ideas y cuestiones, pero asimismo una extraña patología que lo destrozaría por el resto de su historia.

El origen de su extraña patología es un secreto. Ciertos autores la piensan una manera subaguda de la «patología de Chagas». Otros aseguraron que su patología tenía una base psicosomática. La verdad es que sufrió debilidad día tras día a lo largo del resto de su historia, acompañada de vómitos y cansancio crónico. Esto le impedía trabajar mucho más de tres horas cotidianas en su investigación (Milner, 1995).

Mucho más descendientes de los que tienen la posibilidad de subsistir

Gracias a que los aspectos ventajosos son hereditarios, los organismos generan mucho más descendientes de los que su ambiente puede mantener. Por ende, hay rivalidad por elementos limitados en todos y cada generación conforme los aspectos se vuelven más habituales.

Durante generaciones, la población se amolda a su ambiente, con peculiaridades tenuemente distintas. Y muchas de estas especificaciones (color, tamaño, forma…) son hereditarias.

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